¡Lo que se puede conseguir con una caja de fresas! Este servilletero fue a casa de una compañera. Lo iban a tirar a la basura y se me ocurrió reciclarlo.
Después de lijar la base de madera, pinté toda la caja con pintura acrílica, utilizando la técnica de decapado en la parte externa. Para los colores me fijé en cómo tenía decorada su casa puesto que la había remodelado hacía muy poco.
En tres laterales utilicé el vaciado de un troquel para pintar esos arabescos y en la parte central, con la plantilla de una partitura, apliqué polvo de embossing para que quedara en relieve.
En el último lado pegué varias capas con el nombre de mi compañera para que quedara en relieve.
Para finalizar, todo el exterior del servilletero está protegido con una capa de cera.
A mi compañera le encantó. No se lo esperaba y se quedó con la boca abierta, sorprendida.
¿Qué os ha parecido?
Gracias por vuestra visita.
¡Hasta pronto!
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