Junto con otras compañeras de manualidades, estoy comenzando a hacer las tarjetas navideñas. Aunque las dos que enseñé hace unas semanas, iban destinadas a ese tiempo, al final encontraron otro destino y ya están entregadas.

Así que ahora os enseño las dos nuevas que acabo de terminar.

Esta primera es un reto que nos propuso Roxana en el foro. Cada una interpretamos a nuestra manera la tarjeta que ella nos enseñó.





Ésta otra ya la tiene alguien que necesita un mucho de ayuda en su entorno familiar. Y, aunque no es verde esperanza, pensé que el azul cielo le vendría muy bien.

Por ahora, lo único que me sale es hacer pequeños trabajos, pero aún así, como están realizados por mi, son igual de importantes.

Una compañera me encargó un LO para hacer un cuadro de sus suegros y regalárselo a su marido. Con el papel que eligió, necesitaba poco más para decorarlo y éste es el resultado:


Como lo quería envejecido, entinté todo el papel, de forma desigual, con Distress Vintage Photo, incidiendo más en los bordes. Hice lo mismo con las fotos, colocadas sobre una cartulina texturizada verde que, aunque las hicieron en tono sepia, tenían un fondo demasiado blanco para lo que ella quería. Por último, le añadí un arabesco embosado de forma similar a los que lleva el papel para cubrir la esquina superior izquierda que quedaba demasiado vacía en comparación con el resto.


Una menudencia que acabo de hacer, y que no es scrap, son un par de tiestos en la parte de abajo de una botella de plástico. Además de la planta, evidentemente, únicamente le he añadido unos ojazos troquelados en goma eva. Como se aprecia en la foto, uno de ellos está sobre mi mesa de trabajo y el otro lo regalé a una compañera. ¿A que quedaron simpáticos? A todo el que lo ve, le sale una sonrisa al mirarlo. Aunque solamente sea por eso, merece la pena el haberlos hecho.